Un experto te brinda tips para cuidar el intestino y bajar de peso
Antes, comer de forma saludable era exclusivo de deportistas y personas que por su estilo de vida necesitaban lucir una figura esbelta, pero actualmente este tipo de alimentación dejó de ser una moda para convertirse en algo completamente normal y necesario.
Es por esto que, según reseña El País, el doctor Gerard E. Mullin, profesor y director de Servicios de Nutrición y Medicina Gastrointestinal Integral en el Hospital Johns Hopkins, con más de 20 años de experiencia clínica en el campo de la salud digestiva integral, escribe el libro ‘La biblia de la salud intestinal’.
En este libro brinda algunos consejos para equilibrar la flora intestinal, encender el metabolismo y conservar el peso ideal de por vida y no subir kilos de más en determinadas épocas del año, además de tips prácticos para bajar de peso en pocos días: Tomar café solo una o dos veces al día, moderar la ingesta de licor, tomar varias veces a la semana sopa y beber grandes cantidades de agua durante todo el día, son algunas de las recomendaciones que encontrarás en este artículo.
A tomar sopa
Si quieres perder esos kilos de más, es recomendable que tomes sopa. La densidad de energía de las comidas se define como la cantidad de energía por unidad de peso del alimento. Añadirles agua a los alimentos influye en su densidad de energía, pues agrega peso sin calorías.
La sopa tiene mucha agua pero muy pocas calorías, de modo que es baja según la escala de densidad de energía. Esto es importante, porque se ha demostrado que los alimentos con baja densidad de energía disminuyen el peso y el consumo calórico general.
Se recomienda consumir sopa dos o tres veces durante la dieta de la semana, pues es reconfortante y nutritiva. Además, mantendrá a la persona satisfecha por varias horas sin necesidad de recurrir a los refrigerios entre el almuerzo y la cena.
La sopa y la ensalada con baja densidad de energía te llenarán sin utilizar demasiadas calorías, sobre todo cuando la sopa es preparada con puré de verduras.
Agua, vital para bajar de peso
El humano promedio está conformado por entre 60% y 75% de agua. Cada una de las células de tu cuerpo dependen del agua para vivir y mantenerte sano. Sin embargo, muchas personas no beben agua en cantidades suficientes. Asegúrate de estar bien hidratado y bebe al menos dos litros de agua al día.
Las bebidas carbonatadas no deberían reemplazarla, pues pueden incitar al consumo de más comida. Así que evita el agua carbonatada y acostúmbrate a tomar agua simple del filtro.
Hay evidencias de que un mayor consumo de agua ayuda cuando se está intentando perder peso.
La Asociación de Escuelas de Nutrición de Estados Unidos reportó en el 2010 que entre el 30% y 40% de las calorías diarias se consumen en forma de bebidas, y 114 de esas calorías suelen provenir de bebidas carbonatadas con alto índice glucémico y de jugos de frutas industrializados.
Si deseas bajar de peso es importante que no consumas jugos artificiales, pues estos contienen 140 calorías de azúcar añadida.
Café, solo dos veces al día
Más del 60% de las personas beben café, en especial para obtener un impulso mañanero. Consumir este producto tradicional de nuestro país tiene tantos beneficios que en la actualidad se le considera un superalimento; sin embargo, hay evidencias de que consumir café en grandes cantidades puede provocar reflujo y otros malestares gástricos, insomnio, ansiedad, arritmias e hipertensión.
Por lo tanto, si conservas el café como parte de tu dieta, bébelo con moderación, es decir, no más de una taza o dos al día, con máximo disfrute. Evita la crema y el azúcar, y añade una pizca de canela, cacao o nuez moscada, que tienen efectos antiinflamatorios y quemagrasas.
Si prefieres un café descafeinado, busca uno que sea orgánico, pues el procesamiento orgánico evita la exposición a solventes organoquímicos con potencial dañino. En muchos casos el café se utiliza para compensar la falta de sueño y no es recomendable hacerlo pues, si se quiere bajar de peso, otra de las claves es dormir bien.
Cuidado con el alcohol
Sin duda alguna el alcohol puede ser una de las alegrías de la vida, y hay datos que demuestran claramente que el vino tinto en particular puede ayudarnos a vivir más y mejor.
Sin embargo, si te pasas aunque sea por poco, experimentarás todo tipo de consecuencias negativas, incluyendo desequilibrios en el microbioma intestinal. Si deseas bajar de peso es recomendable evitar totalmente el alcohol, o consumir pequeñas cantidades máximo una vez cada treinta días.
Lo que provoca el azúcar en el cuerpo
1. Desequilibra los niveles de azúcar en la sangre. Cuando se consumen grandes dosis de azúcar los niveles de glucosa en la sangre se elevan. La glucosa estable en la sangre es la señal de buena salud, así que ésta es razón suficiente para limitar la ingesta de azúcar.
2. Provoca resistencia a la insulina. Como respuesta al consumo de azúcar el páncreas libera cantidades sustanciales de insulina para transportarlo a las células, en donde puede ser metabolizada y convertirse en energía, o almacenarse como grasa. Cuando el influjo de azúcar excede las necesidades metabólicas el azúcar restante se almacena como grasa en las nalgas, caderas, muslos, abdomen y todas esas partes del cuerpo donde a ti no te gustaría tenerlo.
Además, cuando las células adiposas crecen, se vuelven resistentes a los efectos de la insulina durante largos periodos de tiempo. En consecuencia, el cuerpo requiere más insulina para mantener niveles más apropiados de azúcar en la sangre y aportarles energía a las células. Éste es un comportamiento clave del síndrome metabólico que a la larga puede derivar en diabetes.
3. Inflama el cuerpo. El azúcar, en cantidades significativas, es inflamatoria y la inflamación sistémica se vincula íntimamente con las enfermedades crónicas y la acumulación de grasa.
4. Promueve la glicosilación. Cuando la glucosa en la sangre se mantiene elevada por largos periodos de tiempo, la glucosa excedente se adhiere de forma irreversible a las proteínas del cuerpo que se aglutinan y forman productos finales de glicosilación avanzada. Estas moléculas pueden producir neuropatías y otros problemas de salud.
5. Altera el equilibrio microbiano en el intestino. A los microbios dañinos, como clostridium, enterococos y otras especies que habitan en el intestino les encanta el azúcar. Además, las grasas inflamatorias, que son altas en la dieta occidental, son cómplices del azúcar y provocan todavía más alteraciones en el equilibrio microbiano intestinal. Cuando se consumen estos alimentos en exceso bacterias dañinas prosperan y pueden provocar graves problemas.