Deleitese

Honrar la única noche que tienen dos enamorados para volverse a ver, tras cruzan el cielo por un río hecho de estrellas, forma parte de la celebración del Festival de Tanabata, una tradición japonesa que data del año 710.  

El más famoso se celebra en la ciudad de Sendai, desde el 5 de agosto hasta el 8 de agosto. Allí, los presentes escriben deseos en llamativos papeles de colores, que cuelgan en ramas de bambú, con la esperanza de que se vuelvan realidad.

Basados en esta conmemoración, el restaurante Casa Miyagi inició, desde el pasado 5 de agosto, el Festival de Tanabata o Festival de las Estrellas (como también se le conoce), invitando a todos sus comensales a colgar sus deseos en un rincón especial que ambientó este restaurante cucuteño. 

“Quisimos enaltecer esta historia de amor. Por eso preparamos este concurso que se extenderá hasta el 17 de septiembre. Cada vez que visite Casa Miyagi, en el barrio Caobos, el comensal tendrá la oportunidad de dejar un deseo escrito que colgaremos en ramas de bambú. Al final del festival escogeremos a la persona que tenga más deseos en nuestro rincón especial y será la ganadora una cena romántica para dos personas”, explicó Eddy Cabrera, gerente general del establecimiento.

La representante aprovechó la oportunidad para informar a toda la población cucuteña que su sucursal de Pinar del Río fue cerrada. "Los invitamos a disfrutar de nuestra cocina japonesa en nuestro restaurante de Caobos", subrayó.

Asiste, disfruta lo mejor de la comida japonesa y date la oportunidad de vivir el romanticismo de este festival.  Dirección: Av 3E # 15A - 22B Barrio Caobos

Festival inspirado en una historia de amor

De acuerdo con el portal japonismo.com, la leyenda habla de una linda joven llamada Orihime, hija del rey del Cielo. Ella disfrutaba tejiendo vestidos para su padre y encontraba en esta actividad todo lo que podía desear para ser feliz. Pero una mañana, al dirigirse al telar, Orihime vio a un joven y apuesto pastor de bueyes llamado Hikoboshi y se enamoró perdidamente de él. Aunque mantuvieron el romance en secreto, el rey del Cielo advirtió en su hija el amor que sentía por Hikoboshi y les unió en matrimonio.

“Pero esta felicidad no duró mucho tiempo, porque al estar tan enamorado, descuidaron sus deberes. Ella dejó de tejer y él de cuidar los bueyes. Aunque el Rey toleró el comportamiento y buscó maneras para que ambos volvieran a cumplir con sus obligaciones, ni Orihime ni Hikoroshi lo cumplieron”, contó, por su parte, la gerente general de Casa Miyagi.

Como castigo, el rey separó a la pareja y las convirtió en estrellas, con la única posibilidad de volver a verse una noche cada año. Por eso, también se le llama Festival de las Estrellas.