Los cinco sentidos del pan artesanal
Las opciones artesanales van ganando cada vez más adeptos debido a que ofrece un valor de exquisitez, con productos sin procesar y además funcionales para el organismo, pues tienen más fibra y son nutritivos. Son alimentos que desmienten mitos como que 'el pan artesanal no es opción para acompañar'.
Según la revista La Barra, las propiedades sensoriales más significativas para definir de manera general la calidad del pan son variadas, sin embargo, todas aquellas que podamos valorar utilizando nuestros cinco sentidos son las que permiten elegir adecuadamente el tipo de pan, ya sea para sándwich, hamburguesa o como maridaje.
1. El olor representa una característica sensorial provocada por los componentes volátiles en toques tostados, caramelizados, fermentados, harina y notas lácticas. Sí, un pan es bueno huele a “pan”.
2. La textura, permite apreciar la distribución de las partículas en el producto y cómo las percibimos en las manos, boca y oído cuando deformamos el producto, hablamos de una corteza más o menos crujiente, de una miga con esponjosidad, suavidad y ternura adecuadas.
3. También es fundamental valorar el aroma y su persistencia de sensaciones. Un pan con largas fermentaciones y utilizando métodos tradicionales de elaboración siempre aportará un mayor número y una mayor complejidad de notas que deberían ser identificadas por el consumidor durante su consumo.
4. Una buena elección de pan artesanal debe poseer un color ligeramente rojizo o pardo y en la corteza tienen que verse unas pequeñas burbujas que nos indican que ha fermentado durante bastante tiempo. Cuando abrimos el pan, debemos encontrar una miga alveolada, con agujeros irregulares y poco densa.
5. La ‘suela’ debe ser lisa y crujiente o suave, la cual se identifica con el sonido a su tacto, esto puede indicar que se ha cocido en horno. El pan elaborado en horno de piedra requiere un horneado, lento lo repercute directamente en una digestión más fácil.
Fotos: Revista La Barra e Internet.