Deleitese

En la esquina de la carrera cuarta con calle siete hay un lugar muy tradicional en Chinácota. A primera vista parece un comercio más; pero cuando las santamarías se elevan y las puertas de madera abren hacia las 6:00 de la mañana, habitantes y turistas se enfilan para probar las delicias que en su interior preparan.

Se trata de 'Don Pedro' y durante 40 años ha sido punto de encuentro desayunar, en especial sus pasteles de yuca, la especialidad del negocio. Una fotografía gigante de Chinácota y sus montañas recibe a los clientes en este establecimiento que dirige Felipe Ramírez, uno de los nietos de Don Pedro Ramírez, fundador del negocio.

Mauricio González es un comprador habitual de sus pasteles y los describe como "crujientes, con una masa muy suave y un relleno muy sabroso". 

Esta clase de opiniones hace parte de los elogios que recibe toda la familia Ramírez cada día. Felipe atribuye el éxito del negocio familiar a 3 cosas: "La calidad de los insumos que empleamos, la experiencia de nuestros cocineros y la atención que le brindamos a nuestros clientes".

Los pasteles hechos con harina de trigo y las arepas de chócolo con queso son también muy apetecidos. Todo se acompaña con un masato o un café de la casa.

Uno de los planes de 'Don Pedro' es estandarizar la receta para llevar el producto a Bogotá. Así lo asegura Felipe Ramírez, quien también es ingeniero industrial.  

*Fotos: Alfredo Estévez