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Más de tres millones de publicaciones con la etiqueta “Comida” se encuentran en el buscador de Instagram. Si el ejercicio se repite con la palabra “Food” (comida en inglés), la cifra se multiplica: 185 millones de fotos y videos disponibles para los usuarios.

Postres, hamburguesas, frutas, carnes, pizzas, platos con alimentos estéticamente combinados, utensilios de cocina y cientos de videos con recetas abundan en este banco visual móvil.

Este panorama avala que existe un interés perenne por fotografiar la comida, una tendencia predominante por capturar todo aquello que se va a comer, aunque cada quien lo haga por diferentes razones. Algunos, para recomendar alguna receta o restaurante a sus seguidores. Otros, para exhibir sus cualidades en la cocina; y un puñado más, simplemente por moda.

La joven Samantha Bravo acostumbra a registrar visualmente sus visitas a restaurantes, cafeterías y demás lugares para comer. Es de las que acomoda el plato, busca su mejor ángulo y luego de hacer click, transforma el material en un atractivo collage para compartirlo en su cuenta (sammbra).

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“Amo la comida por eso no puedo evitar fotografiarla antes de comerla. Me gusta contar mi experiencia cuando salgo a comer. Es un hobbie que disfruto mucho”, comenta la chica, de 25 años.

El cocinero Maicol Ríos Ocampo, chef ejecutivo del hotel Holiday Inn Cúcuta, también emplea Instagram para mostrar algunas de sus creaciones culinarias y los platillos que pueden disfrutar los huéspedes y visitantes de este hotel, siempre acompañadas por la etiqueta #lovecooking (amante de la cocina).

Existe otro grupo conocido como los #foodies, que según el docente universitario y conferencista Diego Coquillat, “forman un grupo de apasionados en búsqueda de experiencias auténticas, relacionadas con la buena comida, el buen beber y/o la cultura autóctona y singular”.

Para ellos es importante la originalidad, por eso buscan los mejores ángulos para retratar la comida que se encuentran a su paso y colgarla en sus cuentas en redes sociales.

Un aliado para los restaurantes

En sus campañas de promoción, restaurantes de todo el mundo emplean imágenes de platillos apetitosos que forman parte de su menú para atraer seguidores en sus cuentas de redes sociales.  

Una estrategia lanzada por el restaurante The Picture House de Londres fue noticia mundial hace unos meses. Este establecimiento decidió premiar a sus comensales con comida gratis si publicaban fotos del menú que servían en redes como Instagram o Twitter.

La estrategia fue un éxito. El restaurante ganó seguidores en redes y, por ende, el número de visitas de comensales a sus puntos de venta.   

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Sin embargo, hay otros establecimientos culinarios a los que esta moda de fotografiar platos les desagrada. En un artículo publicado en el periódico The New York Times se explica que algunos restaurantes “han expresado su disgusto por esta nueva moda con la comida, incluso llegando a prohibirla debido al riesgo que implica que las fotografías muestren platillo poco apetitosos”.

En Cúcuta, el sector de los restauranteros se muestran receptivos frente a esta tendencia. Inka Restaurante, especializado en cocina peruana, seduce a sus comensales con fotos que aguan la boca: ceviche, arroz salido del mar, tornado de salmón, entre muchos otros componen su listado fotográfico en Instagram (restaurante_inka)

La misma fórmula es empleada por el An’K restaurante, lugar en el que puede disfrutar de las mejores carnes de la ciudad. En la lista se suma Molino’s Café, cuyo perfil de Instagram está abarrotado de fotos y videos con suculentas tazas de tinto y postres.  

‘Apps’ para aficionados

Existen varias herramientas que mejoran la apariencia de los platos en la foto. Una que cuenta con miles de descargas es ‘Foodie’, autodefinida como “una cámara deliciosa”.

Entre sus características destacan 26 filtros personalizados para hacer fotos de comida, efecto automático de difuminado según el ángulo de la imagen y funciones de edición fotográfica.

Aunque suena perfecta, muchos usuarios coinciden en que al momento de querer tomar una foto con flash, la aplicación “se detiene y ya no responde”.

También existe otra llamada Instafood, que permite mostrar “con estilo”, el plato que el comensal está a punto de comer. Los filtros que contiene el app le brindan un toque elegante a la imagen.

El usuario puede personalizar el plato añadiendo el texto que desea, más el nombre del lugar (la costumbre o geolocalizadas de Foursquare o Facebook) en la que están comprando la foto e nstantáneamente compartirlo en Instagram, Facebook, Twitter, Foursquare, Weibo, Tumblr o Flickr.

*Por: Alicia Pepe

*Fotos: Internet / Tomadas de redes sociales