Deleitese

Para que tu cuerpo refleje lo que quieres con tus rutinas de ejercicio, es necesario que tomes algunas precauciones y aprendas a alimentarte bien, pues esto sin duda marcará la diferencia.

Para la nutricionista argentina Cynthia Zyngier, especialista en deportes, lo principal es la alimentación previa a la práctica deportiva.

Se estima que una sesión cardiovascular normal en el gimnasio consume alrededor de 900 calorías. "Lo recomendable es comer hidratos de carbono complejos como pastas, arroz, papa, pan, legumbres unas dos horas antes de la práctica", le dijo Zyngier a BBC Mundo.

La idea es que este tipo de alimentos se digieren rápidamente y le proveen al cuerpo la energía necesaria para el movimiento.

Sin embargo, muchas personas no tienen dos horas, especialmente en la mañana, para digerir un plato de pastas o legumbres con arroz.

"A esas personas se le recomienda hidratos de carbonos simples como leche o un yogurt, que se digieren más rápido y son ideales por ejemplo para quienes salen a la mañana a hacer ejercicio", señaló Zyngier.

Pero... ¿Cuáles alimentos no debes consumir? Ingerir estos tres alimentos después de hacer ejercicio podría traerte problemas de salud: 

1. La sal incita a la retención de líquidos y te inflama, además, cuando consumes alimentos que contiene mucha sal puede provocar que no tonifiques y marques los músculos de tu cuerpo.

2. Las barras energéticas, como su nombre lo dice, aportan energía a tu cuerpo también contiene altas cantidades de carbohidratos, que pueden provocar que subas de peso en vez de ganar músculo.

Cualquier producto que contenga grasas saturadas como los embutidos son una mala opción para consumirlos después del ejercicio. Cuando recién terminas tu rutina, has quemado grasa y los músculos están fatigados por el esfuerzo, es un mal momento para consumir grasas. Ese tipo de grasa se aloja en el cuerpo y se convierte en grasa saturada, la cual es más complicada de eliminar. 

*Con información de hsbnoticias y BBC Mundo.