“El paladar del cucuteño ha evolucionado”: Eduardo Cadavid
En abril del 2017, el empresario Eduardo Cadavid recibió la condecoración ‘Mejor Restaurador’ en la categoría Santanderes y Boyacá, en los prestigiosos premios La Barra, por su constante trabajo a favor del desarrollo del sector gastronómico de Cúcuta.
Este importante compromiso lo adquirió cuando inauguró, en febrero de 2014, su primer restaurante en Cúcuta: Inka, un establecimiento para enaltecer los sabores de la cocina peruana y también los de la japonesa, a través del sushi.
"Creemos que esta ciudad no tiene nada que envidiarle a otras capitales como Bucaramanga, Medellín o Bogotá. Nosotros trabajamos bajo la filosofía de brindar excelentes conceptos gastronómicos, por medio de una propuesta culinaria única, de vanguardia, capaz de complacer a cualquier tipo de paladar", detalló Cadavid, quien por más de 20 años se dedicó a la industria automotriz.
Desde el 2014 hasta ahora no ha dejado de trabajar con sus socios, para construir el Grupo K, una de las marcas de restaurantes más sólidas de la capital nortesantandereana y que también se expande a otras regiones como Medellín.
De esta marca se desprenden otros 3 restaurantes: An'K, VianKa y Karbón & Son.
Con Deléitese conversó sobre el escenario gastronómico actual y brindó su opinión sobre aspectos como la calidad, los platos y el personal, dentro de los restaurantes:
¿Qué se debe tomar en cuenta al abrir un restaurante?
Es importante aplicar un pequeño estudio de mercado porque hay que fijarse en lo que le gusta al público, no a nosotros como dueños. Además, hay que tener una carta muy bien definida.
¿Consideras que hay buen personal capacitado en cocina y en servicio al cliente en Cúcuta?
En cocina hay buenas academias como el Sena y Amalthea, pero como en cualquier universidad, los alumnos salen muy crudos, pero ya tienen las bases y con eso los terminamos de capacitar.
En el caso de los meseros, en Cúcuta es muy complicado porque no hay mucha gente. Los meseros rotan por todos los restaurantes y son los mismos. Por eso optamos por contratar gente nueva y formarlos dentro de los restaurantes.
¿El cucuteño se atreve a probar platos nuevos?
Sí. De cuatro años para acá se ha notado la evolución en el paladar del cucuteño. La gente quiere aprender y sí se atreven a probar cosas nuevas como el sushi, el ceviche, las carnes a término medio. Además han desarrollado mucho interés por los vinos.
En febrero del 2014 abrió el restaurante Inka, para los amantes de la cocina peruana y el sushi
¿Es un cliente difícil?
Cada cliente es completamente distinto. Está el cliente que le gusta que le charlen, hay otro que es muy hermético. Unos esperan tranquilos en la mesa, otros muestran afán luego de 10 minutos de hacer el pedido. Por eso nos esforzamos para que los meseros identifiquen a qué tipo de cliente atenderán.
¿Y cómo lo reconocen?
Capacitamos a nuestros meseros en programación neurolingüística,que es estudiar al cliente rápidamente. En esos primeros segundos, ellos ya pueden tener un perfil de cliente: si está de buen humor, si le gusta que le sirvan la bebida, si está presto para recibir alguna sugerencia del menú, si le gusta que lo tutee, etc.
Con el nacimiento de An'K restaurante, vino una nueva oferta en carnes con sello 'Certified Angus Beef'
¿Qué platos generan mayor rentabilidad?
Hay platos que dejan muy buena ganancia como el cerdo y el pollo, porque son más económicos al comprarlos. Pero hay otros, como algunos pescados y mariscos (pulpo, langostino) que por ser importados, son muy costosos. Pero los tenemos en la carta para ofrecer el complemento.
¿Cuál es el tiempo promedio que se debe servir un plato?
Lo ideal es que sean 20 minutos. El tope son 40 minutos, de ahí en adelante estaría muy demorado. En el caso de nuestro restaurantes, cuando se llenan los domingos, tratamos que no pase de los 40 minutos.
Antes de dedicarse a la industria gastronómica, Cadavid trabajó por más de 20 años en la industria automotriz
¿Cuál es el valor agregado de sus restaurantes?
Cada uno de nuestros restaurantes tiene una personalidad muy definida, tanto en la carta, como en el estilo, la decoración y la temática. Nuestra fortaleza es que capacitamos a nuestro personal en muy buen servicio, además nos distinguimos por ofrecer platos de alta calidad, con ingredientes de primera.
¿El cliente siempre tiene la razón?
Sí. Insistimos mucho en que el cliente siempre tiene la razón, aunque no la tenga. Nosotros somos muy flexibles cuando el comensal quiere algún cambio en el plato original: Si quiere que le cambiemos la ensalada por más papas, se la cambiamos; pescado por camarones, también(…) Siempre nos adaptamos a lo que desea, porque queremos que el cliente se vaya contento.
¿Cuáles son los proyectos para el grupo K en este año?
Este año seguimos trabajando para estabilizar la parte administrativa y laboral. También continuaremos con nuestro plan de desarrollo de carrera y capacitaciones, para que nuestros empleados puedan ascender de cargo en la empresa.
En Vianka, los comensales encuentran pizzas, pastas y cocteles. Su terraza al aire libre es perfecta para compartir y celebrar
Sus gustos a la hora de comer
¿Eres exigente como comensal?
Yo era un comensal difícil y me he vuelto peor (risas). En cualquier restaurante al que voy, reviso la carta, miro la mesa, las sillas, evalúo cómo me atendieron, lo que se demoró el plato, cómo presentan el plato, etc.
¿Qué te gusta comer?
Yo no veo la hora de llegar a Medellín para que me cocine mi mamá un almuerzo casero. Me gusta mucho la cocina casera. En los restaurantes se prepara comida para los empleados, así que hay días que como mondongo, sudado, bandeja paisa o arroz con pollo.
¿Cuáles son tus platos favoritos de los restaurantes K?
En Karbón & Son es la bandeja paisa; en VianKa es la pasta ‘routa’; de Inka elijo el piqueo, que trae de todo un poco; y en An’k la Picanha, que es un corte de carne con el sello Certified Angus Beef.
Periodista. Escribir, viajar y escuchar música, placeres que mueven mi mundo.