El chinacotense detrás del 'Viajero del Guarapo'
El guarapo, es la bebida insignia del campesino colombiano y ‘las guaraperías’, ese rincón en el que se tejen universos paralelos con refranes, coplas e historias que forjan la identidad cultural de cada municipio.
Diego Barajas, inició su recorrido por la Ruta del Guarapo en el 2015. Foto: Cortesía.
Diego Armando Barajas (El Viajero del Guarapo), artista visual, heredó el amor y respeto por esta bebida, de sus abuelos, tanto así, que escogió como tema para su trabajo de grado: La Ruta del Guarapo.
Así fue como dio inicio a una búsqueda de una catarsis personal con el fin de, por medio de murales realizados por él mismo, reflejar el entorno natural de los asiduos consumidores.
“Lo que hago es una expedición por las guaraperías, chicherías, en esos escenarios empiezo a indagar sobre los imaginarios y expresiones de quienes frecuentan el lugar. Voy descubriendo cosas de nuestros abuelos, del campo, de la mula, el trapiche, refranes, coplas, entre otros elementos que trato de mostrar en unos murales donde recreo todo ese imaginario para mostrarle a la gente que todavía tenemos una cultura y tradición campesina”.
Don Severo en el municipio de Chinácota en la Ruta del Guarapo por Colombia. Foto: Cortesía.
Este chinacotense egresado de la Universidad de Pamplona, recuerda que en su niñez tomaba guarapo de panela en su tetero. “En mi familia, hacer guarapo es una tradición y frente a esto hay recuerdos, vivencias, experiencias que marcaron mi raíz cultural desde pequeño” afirma.
En entrevista con Deléitese, habló sobre su vida, su amor por el guarapo y de lo que está haciendo para revivir las ‘guaraperías’ y tradiciones campesinas, por medio del arte.
¿De dónde vino la idea?
En Chinácota, habían muchas guaraperías, pero actualmente mi abuela Gloria, fue la que quedó vendiendo guarapo junto con otros dos señores, por lo que solo habían tres sitios. Entonces, me pregunté por qué se estaban acabando estos lugares de reunión, en los que el campesino llegaba a refrescar su faena, en donde se conocían historias y a donde llegaban todas las noticias de los pueblos. Así fue como empecé en 2015 a hacer un recorrido para descongelar estos rincones y contribuir, por medio de mi talento como muralista, como artista, a la reivindicación de la tradición y de las costumbres campesinas.
¿Cómo defines La Ruta del Guarapo?
Se puede definir como la aventura de un viajero que busca una inmersión profunda y real en el entorno cultural que surge alrededor de la tradición campesina, en un contexto enmarcado que es la provincia de Ricaurte: Chinácota, Durania, Bochalema, Toledo, Herrán, Ragonvalia en el departamento Norte de Santander.
¿En qué consiste este proyecto?
La idea era hacer una expedición por los 7 municipios que conforman esta provincia para ver qué teníamos olvidado y recuperar toda esa memoria.
En Herrán, Ciro fue el protagonista de este mural. Foto: Cortesía.
¿Quién es el ‘Viajero del Guarapo’?
Es un personaje que yo planteo y que se nutre de esa convicción de estar viajando, tocando, palpando y recibiendo toda esa memoria.
¿Cuánto tiempo duró esta expedición?
Duró aproximadamente dos meses.
¿Cuáles fueron los resultados de este viaje?
Finalmente, grabé 30 entrevistas en video, se realizaron 300 fotografías, se recolectaron 15 clases de recipientes para beber guarapo, hice 13 murales alusivos a la tradición campesina. Empecé donde mi abuela Gloria, que fue donde se originó esta historia y terminé en el municipio de Herrán. Pude visualizar muchas cosas de la iconografía y del imaginario, como la mula, el trapiche, la panela, la totuma, el guarapo y conocí personajes populares, refranes, entre otras cosas que fueron fundamentales para construir un documento que fue mi tesis de grado.
¿Cómo ligas tu talento como artista visual con ‘La Ruta del Guarapo’?
A través de este proyecto, empecé a construir toda una intervención artística, no solamente llegué a pintar murales, sino que empecé a hacer un tipo de acción y ritual, es decir, yo iba tomando guarapo y pintando en vivo mientras un grupo de carranga me acompañaba y se armaba como una fiesta en la que la gente salía, bailaba, se tomaba un guarapo, me veía pintando imágenes de rostros de los abuelos, la mula, el trapiche. Estos espacios les hacían recordar su pasado y esa tradición que se ha venido perdiendo.
Este mural está ubicado en Labateca, Norte de Santander, Guaraperia Guaracola. Foto: Cortesía.
¿En qué eventos has estado?
Estuve en la Fiesta del Libro de Cúcuta del 2015 haciendo ese show, estuve en el Salón de las Artes Visuales en el Meta, en el X Convite Cuna Carranguera 2017 en Tinjacá (Boyacá), ahí hice un homenaje al maestro Jorge Velosa, igual, subido en la tarima, tomando guarapo y pintando con un grupo de carranga.
También pude ir por medio de la Universidad de Pamplona a hacer una investigación sobre el Pulque (bebidas prehispánicas), a la Península de Yucatán (México), La última presentación la hice hace poco en el 45 Festival Internacional de Cultura en la ciudad de Tunja, Boyacá, haciendo un homenaje del campo y las cosechas.
¿Cuántos municipios has recorrido?
De Norte de Santander 15, de Boyacá 3, del Meta 6 y de Santander 6.
¿Qué te inspira?
Me inspira todo el valor que tiene el campo, sus sentimientos, su tradición y todos los elementos que están en él.
¿En dónde has probado el mejor guarapo?
El mejor guarapo que he probado se da en el municipio de Toledo.
Este mural fue realizado por Diego en el municipio de Toledo, Norte de Santander. Foto: Cortesía.
¿Cómo se puede reconocer un buen guarapo?
Por su dulzura, sabor y frescura. Le agregan buena panela y se ve chispeando ahí en la moya.
¿Sabes prepararlo?
Sí, solamente necesito una moya, la supia, el agua y la panela.
¿Hasta dónde quieres llegar con esta expedición?
Pretendo abarcar todos los pueblos de Norte de Santander y gran parte de otros departamentos haciendo esta misma labor, quiero seguir reflexionando sobre nuestras memorias, tradiciones e identidad cultural.
¡Únete a esta ruta! Y empieza a revivir esta bonita tradición, tomándote un guarapo.
Comunicadora social y periodista por vocación. Soñando desde el 93.