Deleitese

Host es una palabra inglesa que significa anfitrión, y se refiere a la persona que recibe a los clientes en un restaurante, les asigna mesa y los acompaña hasta ella. Es común ver en restaurantes, bares y cafés colombianos la presencia de hostess (el vocablo femenino de host) para cumplir con estas funciones.

La cucuteña Nataly Caviedes se desempeña como una en el café Renault de Bogotá, por lo que asegura que las funciones de este cargo van más allá del recibimiento de los clientes en la puerta. “Nosotros somos el vínculo entre el mesonero y los comensales, quienes resolvemos los problemas que se puedan presentar con el menú o la comida. Nuestra misión es garantizar que la experiencia de servicio sea satisfactoria para los visitantes”, explica la joven, de 24 años.

La mejor respuesta que puede recibir de los comensales, más allá de una generosa propina, es una sonrisa de agradecimiento y las felicitaciones por su excelente calidad de servicio. Pese a los horarios rotativos y no contar con fines de semana de descanso, ella disfruta lo que hace.

Nataly se formó como técnico de mesa y bar en el Sena, sede Cúcuta, y en el 2013 se mudó a la capital colombiana con algo de miedo pero con muchas ganas de comenzar una carrera en el área gastronómica. Trabajó como barista en dos cafés y luego tomó el rol de cajera y jefe de servicio en un restaurante mexicano. Desde su cargo de hostess, brinda sus secretos para destacar:

1. Si algún problema personal nos agobia, debemos procurar dejarlo a un lado cuando iniciamos nuestro turno, porque debemos entender que los clientes no sólo nos visitan por un café o una comida, sino para relajarse y pasar un momento agradable sólos o acompañados.
    
2. En este tipo de trabajo lo fundamental es sonreír. Debemos saludar a los clientes que entran al restaurante, verificar si tienen reservación y guiarlos a sus mesas.
    
3. Debemos conocer a profundidad el menú, cuáles son las especialidades y los platos y bebidas del día recomendados por el chef.
    
4. En caso de que  el restaurante esté copado,  debemos verificar que quienes esperan estén cómodos. Hay que mantenerlos informados  sobre la situación de su tiempo de espera.
    
5. Tenemos que verificar que todas las mesas bajo nuestra supervisión han sido limpiadas y organizadas correctamente para los clientes cuando llegan a sentarse.
    
6. Debemos que comprobar que no haya ningún mesero que esté sobrecargado con clientes.
    
7. En días ocupados, debemos trabajar con otros anfitriones y meseros que no estén a nuestro cargo para asegurar la fluidez del servicio.
    
8. Si bien el cliente no siempre tiene la razón, la mejor táctica para tranquilizar a un comensal enojado es emplear un tono de voz apacible y una sonrisa. Debemos buscar soluciones y lograr empatía con cada uno de nuestros visitantes.  

Las pasiones de Nataly  

Nataly ama toda la magia que encierra cada grano de café. “En Colombia tenemos el mejor café arábico del mundo, es decir, producimos un café de tazas limpias, notas dulces, fructuosas, y con mayor acidez. Muchos piensan que en el eje cafetero se dieron los primeros granos colombianos, cuando realmente fue en Norte de Santander, precisamente en un pueblo llamado Salazar de las Palmas”.

Aunque tuvo que paralizar su carrera de ingeniería biotecnológica en la Universidad Francisco de Paula Santander, ella desea retomar sus estudios superiores y especializarse en idiomas modernos. “Más adelante me gustaría emigrar a Canadá”, confiesa.

Lleva a Cúcuta como una suerte de amuleto. “Nosotros somos personas trabajadoras, que no nos damos por vencida y que afrontamos las dificultades con tesón”.

Aunque el ritmo de vida en Bogotá es muy distinto al de Cúcuta, ella ha logrado adaptarse. Para sus coterráneos que quieren dar el paso y trabajar en Bogotá, aconseja siempre tener un plan trazado, ahorros que alcancen para vivir dos meses sin trabajo y no tenerle miedo a la ciudad, porque aunque es gigantesca, recibe a todos sin distingos.  

*Por: Alicia Pepe