8 pasos para mantener a un comensal feliz
Según la Revista La Barra el éxito de un proyecto gastronómico no solo se evalúa desde los precios y productos que ofrece. De hecho, muchas empresas fallan en el intento porque no suelen tener cuidados especiales con los clientes. Pilas, pues sin ellos no hay negocio que crezca. Por esto, es importante conocer una buena estrategia que le permita generar un vínculo especial con su comprador.
Un restaurante se debe a sus clientes por eso necesario tener una buena estrategia que permita generar un vínculo especial con ellos. (Foto Revista La Barra)
¿Cuáles son los aspectos más importantes del servicio en el restaurante?
1. El saludo es la primera impresión que se lleva su comensal. Aprovecha para darle la bienvenida con una sonrisa como mensaje de formalidad.
2. La cordialidad puede marcar la diferencia en el restaurante; es importante entrenar y evaluar a tu personal en protocolos de cortesía para generar una experiencia agradable a los clientes.
3. La atención debe ser eficiente. Evita que tu cliente espere más de la cuenta; valora el tiempo de las personas que visitan tu establecimiento brindándole toda la atención, información e interés posible.
4. Deja que el cliente decida; sé prudente y no lo hostigues. Dale la oportunidad de elegir con calma y sin presiones.
5. Bríndale información confiable que le permita ver la variedad y calidad de tus productos. Tu personal debe estar preparado para ofrecer un asesoramiento acerca del producto mismo.
6. La apariencia de tus empleados, restaurante y emplatados es fundamental para dar una buena impresión. Todo lo que ve el cliente debe ser profesional. Por esto, es importante contar con un equipo calificado, al que se le hace retroalimentación día a día.
7. Las promesas que se realicen en medio de la venta y atención deben respetarse. Por esto, no prometas cosas que no puede cumplir; sé realista, es preferible ser sinceros con el cliente y no que se vaya defraudado.
8. Siempre tendrás uno que otro comensal incómodo o molesto. Evita responder con mal genio o discutir a toda costa; conserva una postura amable y abierta al diálogo, respetando también la opinión del cliente. Ten en cuenta que la discusión no es una opción; mantente sereno, ve las quejas y sugerencias como una oportunidad de mejora.
Recuerda que las malas experiencias hoy en día no son solo castigadas por el cliente que las sufre, sino que muy probablemente pueden tener un efecto multiplicador devastador para tu negocio.
Se debe tener en cuenta que la satisfacción del cliente será sinónimo de rentabilidad. (Revista La Barra)