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Un viaje por las salsas verdes del planeta
Según el portal Cocina y Vino si algo hace especial un platillo es que tenga una rica salsa de acompañante. Estas le aportan jugosidad, cremosidad y sabor a cualquier preparación. En muchas partes del mundo las usan para platos específicos, aunque a veces son tan ricas que provoca comerlas con absolutamente todo.
Al igual que otros ítems en la cocina, las salsas también se clasifican. Pueden ser frías o calientes, blancas u oscuras, prefabricadas o artesanales. Entre estas, hay varias que se destacan por su intenso color y por ser predominantemente herbáceas, esas son verdes.
Provienen de diversos países y, aunque se parecen, tienen sus particularidades que son dignas de destacar.
Salsas verdes
Guacamole (México)
Esta, sin duda, está entre las más populares de todo el mundo. El guacamole, una preparación prácticamente ancestral del país azteca, suele servirse con burritos y tacos, cual costumbre religiosa. Es fría y cremosa, porque su principal ingrediente es el aguacate. Además, lleva tomate o tomatillo, cebolla y, por supuesto, chile. Hay quienes le agregan limón para darle un toque de acidez y evitar que el aguacate se oxide, pero esto a los mexicanos no les parece muy adecuado. En ocasiones le añaden cilantro, vinagre y aceite de oliva. Además del guacamole, los mexicanos tienen la salsa verde. Se hace con tomate verde, principalmente, además de cilantro, cebolla, ajo, chile, pimienta y sal. Los tomates suelen asarse y molerse en una especie de mortero tradicional mexicano, conocido como molcajete. Sirve para acompañar tacos, tortillas y quesadillas.
Chimichurri (Argentina)
Tanto en Argentina como en Uruguay preparan una especie de salsa aceitosa conocida como chimichurri. Consiste en una mezcla de hierbas con perejil y orégano. A estos se le incorporan ajo, cebolla, limón, vinagre de vino tinto y aceite de oliva. El chimichurri es la salsa predilecta de las carnes argentinas, pero se puede utilizar como marinada.
Chermula (Marruecos)
Con la chermula o chermoula se sazonan proteínas como las aves, los pescados y los mariscos. Es típica de la denominada cocina del Magreb, constituida por las gastronomías de países como Argelia, Libia, Túnez y Marruecos. Se elabora con muchísimo cilantro, perejil y, en ocasiones, menta. El aceite de oliva no puede faltar, así como ajo, comino, limón, azafrán, paprika y hojuelas de chiles. Tiene una consistencia muy parecida a la del chimichurri, pero un poco más fina.
Zhoug (Yemen)
El oriente también tiene su versión de salsa verde, aunque se consume principalmente en Yemen. La suelen usar en sándwiches, sobre falafel o unos huevos durante el desayuno. Esta se parece a la chermula, pues lleva bastante cilantro y perejil. Asimismo, ajo, comino, coriandro, vinagre, aceite de oliva y chiles.
Pesto y salsa verde (Italia)
Por supuesto, al hablar de este tipo de recetas, de ninguna manera puede quedar fuera el pesto. La exquisita combinación de albahaca fresca, ajo, parmesano, piñones y aceite de oliva no tiene pérdida. Su presencia en pastas, ensaladas, carpaccios y bruschettas es sencillamente sublime. Sin duda, una de las mejores invenciones del país de la bota. En Italia tienen su salsa verde que lleva el mismo nombre. Esta la utilizan mucho en carnes y tiene similitudes con el chimichurri. Entre sus ingredientes están las alcaparras, las anchoas, el perejil, la ralladura y jugo de limón, el aceite de oliva, la sal y la pimienta.
Chutney verde (India)
Esta no puede faltar. El chutney verde lo componen principalmente el cilantro y la menta, junto con el jengibre y los jalapeños. No sería indio si no tuviese algunas de las mezclas de especias típicas de esta región como el chaat masala. Esta es una combinación de polvo seco de mango, comino, sal negra, coriandro y jengibre en polvo, entre otras. De igual manera, se sirve con carnes y con las conocidas samosas.
Grüne Soße (Alemania)
No podía tener otro nombre que salsa verde, pero en alemán. Esta variedad original de Frankfurt es sumamente consumida en territorio teutón. La misma puede llevar hasta siete hierbas diferentes, tales como perifollo, berro, perejil, borraja, pimpinela, acedera y cebollino. Estas se mezclan con nata y vinagre y se sirven con papas y huevo cocido.
Guasacaca (Venezuela)
La venezolana tampoco se podía quedar por fuera. Esa que con empanadas de cualquier relleno le hace agua la boca a cualquier criollo. Es muy parecida al guacamole, pero un poco menos consistente. Según Armando Scannone, experto en materia de recetas venezolanas, lleva tomate, cebolla, ajo, pimentón rojo y verde, perejil, vinagre, sal, aceite, pimienta negra y aguacate.
*Fotografías tomadas del portal Cocina y Vino*