Manjares con sello santiaguero
Sandra Rendón ha vivido toda su vida en una finca a orillas del río Peralonso, en el municipio Santiago. Allí crió a sus dos hijos y como muchas santiagueras, se ha dedicado al campo y a las labores del hogar.
Pero una convocatoria del Sena para formarse en repostería y panadería llamó su atención, sin imaginarse que ese sería el inicio de un nuevo capítulo.
En enero de este año, con el acompañamiento de la Agencia de Cooperación Alemana (GIZ), Sandra creó la unidad productiva Dulces La Laja, para comercializar postres como arequipes, natas, dulces de coco, de mora, de brevas y combinados.
Reconoce que el proceso de formalización de la empresa ha sido difícl; principalmente en temas contables y de facturación. Y ofrece un ejemplo: "¿Cómo registras en los libros la compra de un coco a un campesino?".
"Gracias a Dios he tenido el apoyo de varios expertos que me han ayudado a desarrollar este proyecto. No me rendiré, seguiré hasta alcanzar el registro Invima y llevar mis productos a tiendas y mercados en todo Norte de Santander", subrayó.
Sus dulces, que prepara en una fábrica artesanal que acondicionó en su casa, los vende en una tienda que ella misma atiende, a orillas del río.
"Se llaman 'La Laja' porque es el nombre de la finca, ya que fue el lugar donde se desarrolló la Batalla de Peralonso, en 1899 y que ganaron los liberales", narró Rendón.
Periodista. Escribir, viajar y escuchar música, placeres que mueven mi mundo.