Deleitese

Las jóvenes Yudith Campero y Estéfani Díaz presentan la carta de su marca Dis-fruta en una feria de emprendimiento de Cúcuta. Detrás de ellas se encuentra una barra móvil en la que tres compañeros licúan pulpas congeladas de frutas naturales. A algunas preparaciones les añaden licor; a otras, leche condensada.

En menos de dos minutos; el visitante recibe su frappé o coctel, en un vaso decorado; listo para ser degustado. En el bar hay unas pacas de paja para que las personas se sienten a disfrutar su bebida y se tomen fotos en la llamativa locación playera.

Esta es parte de la experiencia que brindan las barras móviles a los invitados de diferentes eventos empresariales y celebraciones en Norte de Santander.

Oscar Villabuena es otro joven emprendedor que le apostó al negocio de los bares móviles (como también se le llama a esta tendencia) para eventos sociales y corporativos, a través de su empresa La Barra Bar.

Durante dos años ha hecho presencia en bodas, cumpleaños, aniversarios, activaciones de marca, inauguraciones, lanzamientos de productos y ferias de la ciudad.

Su propuesta de valor la define como “integral”, ya que su servicio incluye “cristalería, personal calificado, fórmulas diferentes y recetas propias”.

Algo que lo diferencia de otros conceptos es que sus cocteles ya vienen preparados. “No los hacemos en vivo ya que así garantizamos que a lo largo del evento, todos ellos tengan el mismo sabor”, detalla.

'La Barra Bar' tiene recetas a base de helados, leche condensada, frutas naturales, siropes, vodka, ginebra y ron, licores de frutas y de café.

Rentabilidad

En comparación con otros modelos de negocios, como lo puede ser un bar o un restaurante, la inversión inicial es muy reducida.

Villabuena explica que con la barra, se puede brindar un servicio personalizado de acuerdo al tipo de evento al que se asista; con una ambientación y carta de tragos definida.

“Como no tenemos establecimiento, nos ahorramos gastos de arriendo, servicios y pago de empleados fijos”, mencionó el emprendedor.

Lo que sí se necesita -añade Yudith Campero- es un mobiliario y un stock de bebidas, se debe contar con un espacio de refrigeración, iluminación, cristalería, licuadoras y un transporte encargado de trasladar de un punto a otro todos estos implementos.

Por eso, tanto para la representante de ‘Disfru-ta’ como para el creador de ‘La Barra Bar’, la posibilidad de crecer sin tener que cubrir altos gastos, es un buen indicador de crecimiento y de desarrollo en este sector gastronómico.

Destacan la posibilidad de adaptar el servicio al presupuesto y a los gustos de los clientes. Esto a través de un número determinado de tragos servidos o contratación por horas.

En auge

El productor cucuteño Néstor Iván, organizador de eventos, cataloga este tipo de servicios como una excelente alternativa para ofrecer algo distinto y exclusivo a los invitados que asistan a una boda, grados, un lanzamiento o una inauguración.

“Estas barras permiten salir un poco del trago seco y la cerveza. Le permite a hombres y mujeres probar preparaciones con diferentes licores y descubrir mezclas que quizá nunca han probado”, apunta.

Oscar Villabuena afirma que el mercado se está expandiendo; pero insiste que hay una línea muy frágil relacionada con la calidad de lo que se ofrece.

“Existen personas que ofrecen un servicio de barra sin cuidar la presentación ni la calidad de sus productos. Hay que entender de que no se trata de una bebida, sino de una experiencia que se debe ofrecer con  el mayor compromiso posible”.

Prosigue: “Es importante tener gente capacitada en coctelería, en atención al público; además de equipos de calidad; para superar las expectativas de quien nos contrata”.

La innovación es otro punto que hay que desarrollar. Desde ‘La Barra Bar’ se le apuesta a las bebidas con frutas autóctonas colombianas,com la curuba, el tomate de árbol y el corozo; que generalmente mezclan con ginebra, vodka o ron.

Por el lado de ‘Disfru-ta’, tanto Yudith Campero y Estéfani Díaz concuerdan que la clave es estandarizar las recetas y brindar un atractivo adicional a los clientes como lo es la carta de cocteles, la ambientación de su barra y la atención esmerada de su equipo.